Sus Inicios
“En algunos lugares dicen: ´hoy es un día bonito´, pero en la costa todos los días son bonitos, con el sol fuerte del trópico. Esto contribuye al aspecto cultural abierto y alegre de la gente”.
Delfina Bernal creció en una Colombia católica donde el Concordato de la Santa Sede influía en toda la sociedad, aun en las familias que no practicaban esa fe. Creció la primera parte de su niñez con sus abuelos paternos, que eran de pensamiento culto, liberal y, sobre todo no católicos. Debido a sus influencias tuvo acceso a una sociedad donde la alegría, la música y el baile eran una mezcla de fusión de culturas caribeñas colombianas. Lo que le inculcaron sus abuelos le permanecerá durante toda su vida. Desde niña pintaba y gozaba de la alegría de la creatividad sin compromisos. Su abuelo paterno, Luis Alfredo Bernal Villalba,tenía una extensa biblioteca de literatura con un énfasis en autores franceses, de cuyo acceso ella aprovechaba para formarse como autodidacta.
“En una de mis visitas a Bogotá, Alfredo Gómez Zurek me presentó a un grupo de intelectuales, y utilizó la frase ´Delfina es una mujer del mundo´”.
1950-1960 >>